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Lo peor del 2013

Os dejo con un vídeo en donde en poco más de 45 minutos repaso todo el panorama cinematográfico excrementil que ha dado el 2013 (estrenado en España). Tras el vídeo, encontraréis mis incendiarias impresiones sobre estas perlas del celuloide (23 microcríticas).

1) MAREA LETAL: Nueve años después de sufrir el ataque de un gran tiburón blanco, Brady (Halle Berry), una monitora de buceo, tras recibir una oferta irrechazable, decide enfrentarse a sus miedos y volver a bucear en aguas profundas. Pero lo que parecía una jornada tranquila y segura torna en una lucha por su supervivencia.

El puesto de honor absoluto se lo doy por puro merecimiento a “Marea letal“. Primer bodrio del año de Halle Berry (ojito a la filmografía de la morena en 2013), cuyo guión parece sacado de las entrañas de un after de carretera. Estamos ante una cocktail chungo de “Máximo riesgo“, “Deep blue sea” y todos los telefilms de sobremesa que podáis recordar, cuyo visionado os asegurará una notable indigestión acompañada de una posterior evacuación estomacal en el wc más cercano. Los personajes son más planos que una tabla de surf y reúnen una lista interminable de clichés y estereotipos. A parte, deseas profundamente que mueran devorados por los tiburones o en su defecto desangrados en alta mar. Además de la parejita feliz (Halle Berry y caracartón Olivier Martínez), tenemos a los personajes -a cuál más insoportable- del padre ricachón a la vez que jodidamente inconsciente y su hijo, el cual pretende una y otra vez dar lecciones sobre la vida y la madurez. Imposible empatizar con las figuras que aparecen en pantalla ya que no existe un vínculo ni siquiera mínimo entre protagonistas y espectador.

En cuanto a la realización, pues la verdad es que no se queda atrás en cuanto a mediocridad. Como ejemplo de patetismo cinematográfico tenemos la escena en donde Halle Berry recuerda el accidente que tuvo un compañero suyo cuando se lo merendó un tiburón. Uno ahí se pregunta: Pero vamos a ver, ¿tú estudiaste cine?. ¿Fuiste a la escuela a estudiar cine?. ¿Te enseñaron a hacer esta mierda?. Lo dudo. Pero lo peor de todo en esta deleznable propuesta es que se toma muy en serio a sí misma. Seamos francos, cuando se firma un excremento cinematográfico preparado para recibir puyitas en modalidad 24×7, al menos hay que tomárselo con cierta gracia, imprimiendo al producto ese tono sarcástico tan necesario. Cine mediocre no tomado tan en serio igual al final hasta acaba gustando y todo. Un ejemplo de ello sería el ya fallecido cineasta David R. Ellis. Con sus películas (“Destino Final 2“, “Serpientes en el avión” o “Tiburón 3D. La presa“) te partes de risa de lo ridículo que es todo y funcionan a la perfección como autoparodias conscientes. Sin embargo en “Marea Letal“, toda esa tribu de mamelucos se creen que están rodando “Ben-Hur” o “Moby Dick“. Yo desde luego la vendería en un pack junto a “Catwoman” y “Gothika” al PVP de 10 céntimos.

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2) AHORA ME VES…: Un equipo del FBI debe enfrentarse a una banda de criminales expertos en magia que se dedican a atracar bancos. Son “los cuatro jinetes”, un grupo formado por los mejores ilusionistas del mundo. Durante los atracos, siempre contra hombres de negocios corruptos, hacen llover el dinero robado sobre los espectadores, ante la atónita mirada de un equipo de élite del FBI que les sigue la pista.

Popurrí bochornoso de efectos visuales y personajes prepotentes con dos elementos que me sacan especialmente de quicio: 1) trata la magia desde la más absoluta banalidad pirotécnica y 2) esa insoportable grandilocuencia que está presente durante todo el metraje. Toda la película en sí es una enorme bola de mierda pero destacan sobre todo la escena en que uno de los protagonistas (esa especie de superhéroes de lo ridículo) ataca tirando cartas de póker o ese inolvidable final que trata al espectador como una auténtico gilipollas capaz de tolerar semejantes tomaduras de pelo. El papel de váter tiene un nuevo nombre: Now you see me.

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3) JACK EL CAZAGIGANTES: La paz entre los seres humanos y los gigantes llega a su fin cuando éstos secuestran a una princesa. Un grupo de hombres valientes encabezados por un joven granjero intentarán rescatarla. Adaptación para adultos del cuento infantil Jack y las Habichuelas Mágicas.

Un despropósito más de un cineasta muy sobrevalorado como es Bryan Singer. La verdad es que siempre me he preguntado qué cojones ha hecho este hombre para recibir tantos halagos y premios, porque yo miro su filmografía y la única que realmente me ha gustado algo es “Sospechosos habituales“. “Verano de corrupción” no estaba mal y la saga “X-Men” la verdad es que ya me cansa. Es cierto que la primera es un blockbuster digno, y la secuela -que algunos la ponen por las nubes-, está bien pero no nos hagamos pajas mentales ni nada por el estilo porque no es para tanto. De hecho, Matthew Vaughn con la excelente “X-Men: Primera Generación” le dio un baño tremendo a Singer. Lo único destacable de haber visto en pantalla grande esa pinícula llamada “Jack el cazagigantes” es que fui con un colega altamente cinéfilo que hacía tiempo que no veía y la verdad es que nos lo pasamos pipa ante tal truñaco supuestamente épico, comparando el montaje en paralelo (muy desafortunado) que hay en la película con el de “El Padrino 2” xD. No divierte. No entretiene. Ewan McGregor está espantoso, ya no sólo cuando se ríe (habitualmente cuando sonríe la escena se va al traste), sino él mismo, su personaje. Pocas veces se ha visto en pantalla a un tipo tan rematadamente inepto y cenutrio. Para colmo, el protagonista (el siempre inexpresivo Nicholas Hoult) no tiene ningún tipo de carisma. Lo siento, pero ya no vuelvo a pagar más por un film de Singer.

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4) TRES 60: Guillermo (Raúl Mérida) es un joven universitario apasionado del surf que descubre de manera casual un antiguo carrete fotográfico. En las fotografías aparecen enigmáticas imágenes y una cara conocida, lo que lleva a Guillermo a emprender una peligrosa investigación con la ayuda de Daniela, una estudiante de Bellas Artes, y de su hermano, un experto informático. Ninguno de los tres es consciente de que esa investigación puede cambiar sus vidas para siempre.

Veo con buenos ojos que se intente conjugar el cine teen con una trama de misterio e incluso terror, pero “Tres 60” es un producto no demasiado definido. Ni es un slasher, ni genera tensión ni siquiera funciona como cine detectivesco creíble. Sin embargo, sí lo hace como una involuntaria oda al patetismo en forma de comedia juvenil. Mención especial a la escena en que el niño informático y el protagonista van a colocar una webcam a la suite (sic), el momento en el que montan la tienda de campaña a ¡tres palmos de la ermita que deben vigilar discretamente!, linterna en mano por supuesto o ese arrebato carnal en el peor momento posible (a la mierda si se muere el niño, ¡claro que sí!). Situaciones ridículas, personajes construídos con brocha gorda, actuaciones paupérrimas pero, eso sí, buenas intenciones y algún que otro destete. Algo es algo.

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5) EL MAYORDOMO: Una mirada a la vida de Cecil Gaines (Forest Whitaker), mayordomo jefe de la Casa Blanca durante el mandato de ocho presidentes (1952-1986), lo que le permitió ser testigo directo de la historia política y racial de los Estados Unidos.

Seamos sinceros, Lee Daniels es como un grano en el culo. Tras sufrir ese ejercicio mayúsculo de manipulación emocional llamado “Precious“, vuelve a la carga ofreciendo uno de esos productos prefabricados y asquerosamente academicistas en forma de drama racial, que tanto le gustan a él y tan poco a nosotros, en donde demuestra por tercera vez en su carrera que no es amigo de la sutileza. Demasiadas tramas abiertas, un sinfín de cameos, un ritmo insoportable, una dirección tosca, mucha sensiblería y ni rastro de buen cine. Sólo salvo de la quema a Whitaker. Un peñazo que funciona a la perfección como estímulo para la siesta dominical.

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6) LOS AMANTES PASAJEROS: Un grupo de estrafalarios pasajeros viaja de Madrid a Ciudad de México en un avión cuya tripulación es absolutamente esperpéntica. Durante el vuelo, una grave avería hace que los pasajeros de clase business, al verse inevitablemente al borde de la muerte, se sientan inclinados a revelar los asuntos más íntimos de su vida. Todo ello desembocará en una comedia caótica y disparatada.

De entre todos los productos que hemos exportado este año, uno de los que causan más vergüenza patria es sin duda “Los amantes pasajeros“. En un intento desesperado por volver a sus infumables inicios, Almodóvar apuesta por una disparatada película que no hay por donde cogerla en donde el mal gusto y los comentarios sexistas están a la orden del día. Decir vulgar, absurda, trasnochada, obscena, bazofia o mamarrachada es quedarse corto. No hay cosa peor en una comedia que el espectador no entre en su onda, en su humor particular. Y perdónenme, pero esta película, aunque me la vendan como una sátira de la sociedad española (brocha gorda en mano), es un cagarro del tamaño de Godzilla cuya edición en Blu-ray no la va a comprar ni su padre. Mención especial para Miguel Ángel Silvestre: pocas veces se ha visto una interpretación tan sumamente horrorosa en pantalla. Antes que ver esto otra vez, prefiero tragarme una de Pajares & Esteso.

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7) GUERRA MUNDIAL Z: Cuando el mundo comienza a ser invadido por una legión de muertos vivientes, Gerry Lane (Brad Pitt), un experto investigador de las Naciones Unidas, intentará evitar el fin de la civilización en una carrera contra el tiempo y el destino. La destrucción a la que se ve sometida la raza humana lo lleva a recorrer el mundo entero buscando la solución para frenar esa horrible epidemia.

La falsa adaptación de la novela de Max Brooks (el cual se desentiende sabiamente de este subproducto), es una película que ha sufrido innumerables problemas de producción, retrasos e incluso tuvieron que rodarse escenas adicionales a posteriori. Un desastre logístico que gracias a que Paramount y la productora de Brad Pitt “Plan B” se dejaron un auténtico pastizal de dólares en la promoción (e incluso el propio Pitt acudía a los pases de prensa por sorpresa), logró enderezarse y ser un moderado éxito. Hasta el punto que ya hay secuela en marcha. El resultado a nivel cinematográfico no fue ni mucho menos tan satisfactorio. El film posee un guión con más agujeros que un queso Gruyère, repleto de situaciones inverosímiles y personajes poco definidos. Sin embargo, lo que resulta verdaderamente imperdonable de esta propuesta es que haya llevado el género zombie al terreno más puramente mainstream (su target es casi para toda la familia). Ni siquiera la versión extendida sin censura arregla este desaguisado.

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8) AFTERPARTY: Martín (Luis Fernández), el protagonista de “Campamento sangriento”, una popular serie de TV, es uno de los grandes ídolos adolescentes del momento. Tras una fiesta salvaje, se despierta a la mañana siguiente encerrado en una casa enorme en compañía de tres chicas a las que conoció la noche anterior. A través de un móvil desde el que no pueden llamar, empiezan a recibir vídeos que muestran la muerte de otros jóvenes encerrados en la casa. El misterioso criminal va vestido como el asesino de la serie que protagoniza Martín.

Miguel Larraya pretende emular a los clásicos noventeros del slasher yanqui con un presupuesto ridículo, actores sumamente pésimos y un guión para que los encierren a todos en Chirona y tiren la llave al mar. Metaficción de pandereta, homenajes torpes sin ningún tipo de gracia, una falta de ideas bestial, regusto chungo a TVmovie made in Telecinco y un final que sienta peor que un lapo en la cara. Consigue algo verdaderamente inaudito: superar en mediocridad a “XP3D“. Enhorabuena.

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9) LA JUNGLA: UN BUEN DÍA PARA MORIR: El policía John McClane (Bruce Willis) se encuentra por sorpresa en Moscú con su hijo Jack (Jai Courtney) en el lugar y momento equivocados. Con los peores elementos de los bajos fondos rusos tras ellos y luchando contrarreloj para evitar una guerra, los dos McClane descubren que sus métodos opuestos para enfrentarse a las dificultades les pueden venir bien para aunar fuerzas para mantenerse vivos.

Aquellos que me conocen saben de mi devoción por la trilogía original de “La jungla de cristal“, sobre todo por las de McTiernan. Para mí, ahí terminó la saga. Tanto la cuarta entrega como esta abominable quinta parte, sobraban y mucho ya que un personaje tan mítico y carismático como John McClane no merece semejante basura. Agotamiento creativo, excesos sin sentido, ausencia absoluta de lecturas subterráneas, líneas de diálogos ridículas y un Bruce Willis que es una sombra de lo que fue. En eso se ha convertido tristemente esta encomiable saga. Hoy en día, es todo pirotecnia barata. Faltan héroes carismáticos capaces de temer y luchar y no tantas explosiones.

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10) COMBUSTIÓN: Mikel está a punto de casarse con Julia, la dueña de una importante joyería que ha heredado de sus padres. Durante la fiesta en la que anuncian su compromiso, Mikel conoce a Ari, una de las camareras del catering. La atracción que surge entre ambos hará que Mikel se interese por el mundo de Ari, las carreras ilegales de coches. Se enamora de ella hasta el punto de abandonar a Julia, sin saber siquiera cuáles son los planes de Ari y su novio.

Este mediocre intento de repetir la fórmula de la franquícia americana “The fast and the furious“, es un producto destinado para canis y chonis amantes de unos coches que jamás podrán tener y que pronuncian unas frases ridículo-lapidarias tan huecas como la cabeza del guionista. Otro anuncio más de colonia chunga, con miradas furtivas, personajes muy machos cuya filosofía de vida gira entorno a sus carros, música de lo más machacona, primeros planos reincidentes y escenas de velocidad que claman el cielo. Sin ser nada del otro mundo, prefiero a la familia de Diesel y el malogrado Walker. Al menos, son productos más honestos (a partir de la cuarta entrega).

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11) AFTER EARTH: Tras una serie de cataclismos que forzaron a la humanidad a abandonar la Tierra, Nova Prime se convirtió en su nuevo hogar. Tras una larga misión fuera de ese planeta, el legendario general Cypher Raige regresa en compañía de su hijo Kitai. En medio de una tormenta de asteroides, la nave se avería y se estrella contra la Tierra, lugar desconocido y peligroso en el que todos los seres vivos no tienen más objetivo que eliminar a los hombres. Como Cypher ha resultado herido, Kitai debe recorrer ese mundo hostil en busca de la baliza de rescate. Siempre ha querido ser un soldado como su padre, y ahora se le presenta la oportunidad de cumplir su deseo.

Desde que abandonara los estudios Disney en 2004, M.Night Shyamalan no ha levantado cabeza. Desde la brillante “El bosque” ha ido saltando de major en major ofreciendo productos interesantes pero a la postre insuficientes. Salvo la interesante y reivindicable “El incidente“, tanto “After Earth” y sobre todo “Airbender: el último guerrero” han confirmado la baja forma del cineasta hindú. Quizás sea el momento de dejar de aceptar encargos vacuos y afrontar proyectos menos ambiciosos y más personales. La película (que bebe de referencias tan dispares como “El coleccionista de huesos” o “Moby Dick“) podría haber sido muy potable si hubiera sabido potenciar sus interesantes ideas iniciales, pero finalmente queda como un proyecto olvidable. Sus mayores errores radican en: 1) una excesiva seriedad que convierte lo supuestamente trascendente en ridículo y 2) que se haya hecho por y para lucimiento de la familia Smith. Y es que el hijo de Will, Jaden, ofrece una lección maestra de hermetismo facial pocas veces sufrida en un cine. Por favor, que se retire cuanto antes.

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12) R.I.P.D. DEPARTAMENTO DE POLICÍA MORTAL: Nick Walker y Roy Pulsipher son dos policías especiales. Nick acaba de morir, pero es llamado para trabajar con Roy, un agente que murió hace cientos de años. Ambos forman parte del “Rest In Peace Department”, que se encarga de perseguir a los demonios que habitan en el mundo de los vivos y de mandarlos al infierno. A Nick le cuesta hacerse a la idea de su condición de muerto, y no acepta estar alejado de su esposa, a la que envía reiteradas señales para que perciba su presencia. Al menos, gracias a su empleo post mortem, el joven agente intentará averiguar la identidad de su asesino.

Ver a Lebowski en un producto tan calamitoso como éste, duele, la verdad. El director de “Plan de vuelo: Desaparecida” prueba suerte con las 3D en una cinta que reúne tópicos por doquier, erigiéndose como una indigesta mezcolanza de películas claramente superiores, con frases y personajes que dan vergüenza ajena, un humor de brocha gorda nivel preescolar (las flatulencias y los tiros en el culo que no falten), unos CGI resultones, y que a la postre hace buena hasta la mismísima “After Earth“. Si la saga “Men in black” nunca me ha dicho gran cosa, imaginaros la cara de uvas pasas que se me quedó cuando sufrí semejante engendro. Una vez vista, tiren de la cadena por favor.

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13) ISMAEL: Ismael Tchou, un niño mulato de 8 años, se fuga en el AVE rumbo a Barcelona para conocer a su padre. Su única pista es la dirección de un apartamento, escrita en el remite de una carta dirigida a su madre. Cuando encuentra el edificio, en el apartamento sólo está Nora, una elegante mujer de unos 50 años.

Aunque los actores intentan sacar a flote a este nuevo despropósito nacional, la realidad es que poco pueden hacer. Manipulación emocional, sensiblería que le va de perlas a las fechas navideñas, una dirección llena de decisiones mediocres, personajes unidimensionales y un drama social aburridísimo que jamás ahonda en los verdaderos problemas. Un producto que busca una y otra vez la lágrima en el espectador, pero no de forma natural, sino siempre forzando un poco la máquina. Y así no vale. Hay muchos que han alabado el trabajo de Mario Casas. A mi no me parece que haga nada del otro mundo. Me sigue pareciendo un actor muy limitado, con un campo de registros muy escaso y que cuesta verlo/creerlo en el papel de padre. El resto del casting está bastante mal destacando la socarronería de Sergi López (el único que parece saber en qué tipo de producto está metido) y una resultona Belén Rueda (otra que como la Berry lleva un buen puñado de bodrios este año).

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14) THE HOST (LA HUÉSPED): La Tierra ha sido invadida por unos seres que se alojan en el cuerpo de los hombres y controlan sus mentes. Para Wanderer, la criatura que habita el cuerpo de Melanie, no es fácil acostumbrarse a soportar emociones, sentimientos y recuerdos demasiado intensos, pero la principal dificultad consiste en que Melanie lucha por conservar el control de su mente llenándola con recuerdos de Jared, el hombre que ama. La intensidad de estos sentimientos domina hasta tal punto a Wanderer que acaba deseando a un hombre al que jamás ha visto. Una serie de circunstancias, hacen que ambas, muy a su pesar, se alíen y partan en busca del hombre amado. Adaptación de la novela de Stephenie Meyer, autora de la saga de “Crepúsculo”.

Atrás quedaron los tiempos dorados de “Gattaca” o “El show de Truman“. Incluso cintas como “S1m0ne” e “In time” (al menos su premisa inicial) tenían su encanto. Pero Andrew Niccol cayó en las redes acneriles de la temible Stephenie Meyer, una autora de la cual jamás me compraré un libro. Y en caso de que algún cabrón/a me lo regalé, lo cambiaré por blu-rays. Los ingredientes seguro que les sonarán a más de un masoca: triángulo amoroso, choni calienta pollas, una trama alienígena para mear y no echar gota, un uso de la voz en off verdaderamente martilleante y un buen puñado de frases lapidarias que buscan alcanzar la relevancia pero que en el fondo son carne de whatsapp. Ciencia-ficción para mojigatos que no soportan la violencia y adolescentes en pleno éxtasis hormonal, inmunes a la ñoñería. Si queréis que os sangren ojos y oídos al mismo tiempo, ésta es vuestra película. Para mí, “The host” seguirá siendo la excelente monster movie de Bong Joon-Ho, no esto.

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15) OZ, UN MUNDO DE FANTASÍA: Oscar Diggs (James Franco), un mago de circo de dudosa reputación, tiene que abandonar la polvorienta Kansas y trasladarse al brillante País de Oz. Está convencido de que a partir de ahora la fama y la fortuna le sonreirán. Pero, cuando las brujas Theodora (Mila Kunis), Evanora (Rachel Weisz) y Glinda (Michelle Williams) empiezan a dudar de su categoria como mago, empezará a tener problemas. Si quiere triunfar, tendrá que averiguar cuanto antes quiénes son los buenos y quiénes los malos.

Siempre he sido un gran fan de Sam Raimi. A pesar de ser un cineasta irregular, a sus espaldas tiene la trilogía de “Evil Dead” (la cual sigue siendo su mejor obra), esa joya repleta de descaro llamada “Arrástrame al infierno“, la trilogía original de “Spider-man” (las dos primeras estupendas pero la tercera floja), “Darkman” o el fantástico thriller “Un plan sencillo“. Centrándonos en “Oz: Un mundo de fantasía“, Raimi ha cometido el mismo error que Tim Burton con Alicia. Dos productos excesivamente barrocos, que pretenden ir de góticos y se quedan en horteras, demasiado largos y con un mono que merece ser lanzado a los cocodrilos. Despropósito caótico e incoherente con una estética kitsch pero a lo bestia, infantil hasta decir basta y sumamente aburrido. Merece ser olvidado.

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16) RIDDICK: Traicionado por su propia especie, dado por muerto en un lejano y desolado planeta y aparentemente sin vida, el duro Riddick tendrá que luchar por la supervivencia contra depredadores alienígenas convirtiéndose en un ser más poderoso y peligroso que nunca. Tercera entrega enmarcada dentro de la saga espacial de las crónicas de Riddick. “Riddick”, un pseudoremake chungo de la primera, es a todas luces un mediocre film que adolece de unos horrorosos backgrounds cromas que cantan una barbaridad y provocan hemorragias oculares por doquier. La cinta parece haberse sido rodada en un maldito garaje, debido a la ausencia absoluta de exteriores reales y a esos pedruscos cartón-piedra de atrezzo que no engañan a nadie. Para más inri, una buena parte de la película transcurre de noche, para ocultar las cuantiosas carencias técnicas que arrastra este subproducto. Todo muy pobre y cutre, aunque al menos no es tan pretenciosa como su antecesora.

La verdad es que se echan en falta más producciones que rueden en escenarios naturales a la vieja usanza como la reivindicable “El llanero solitario”. Detesto profundamente el look digital tan de moda hoy en día, como el de la saga “El hobbit”. Los primeros minutos de “Riddick” a lo survival horror son interesantes pero luego poco a poco la cosa va mutando hacia un producto más tópico y tosco, con un Jordi Mollà encarnando por enésima vez al villano latino de turno en plan caricatura. Haciendo balance de esta irregular trilogía (con sus innecesarias secuelas), me quedo con “Pitch Black”, una serie B bastante digna que además no posee esa fotografía digital tan falsa. Los aires de grandeza posteriores (incluyendo la cinta de animación “Dark Fury“) sobraban cosa bárbara. Vieron una saga donde no la había. No me extrañaría que la franquícia terminase con esta última entrega.

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17) TIERRA PROMETIDA: Steve Butler (Matt Damon), un ejecutivo de una gran empresa, llega a un pueblo con una compañera de trabajo (Frances McDormand), para comprar los derechos de perforación a los propietarios de las tierras, casi todos ganaderos. En esa población, asolada por la crisis económica de los últimos años, Steve intentará convencer a la gente de los beneficios de perforar sus tierras, pero también tendrá ocasión de reconsiderar lo que ha sido su vida hasta ese momento.

Existen dos Gus Van Sant: el que arriesga y experimenta (“Elephant“, “Gerry” o “Last Days“) y el que se vende al mainstream aunque disfrazado de falso cine indie (las execrables “El indomable Will Hunting“, “Descubriendo a Forrester” o “Tierra prometida“). Seamos francos, la película es un peñazo de tomo y lomo, tremendamente previsible, con una infumable moralina yanqui y un final más utópico que la salida de la crisis. Por muchas críticas positivas que tenga, la película es un telefilm de Antena 3 cuyo argumento ecologista es tan pueril y su historia de amor tan ramplona que agradeceréis una buena almohada durante su visionado. Sólo por esa escena de Matt Damon caminando en cámara lenta tras su acto heroico, deberían meter a Van Sant un par de meses en Alcatraz.

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18) LA ÚLTIMA LLAMADA: Tras un trágico incidente durante una de las llamadas que atendió, Jordan (Halle Berry), una operadora telefónica de la línea del 911 de la policía, deberá de superar sus propios miedos para intentar salvar la vida de Casey (Abigail Breslin), una joven que ha sido secuestrada por un asesino en serie. La llamada de la joven, en un caso muy parecido al que le causó el trauma, enfrentará a Jordan con sus peores temores de su pasado.

Brad Anderson es un cineasta con una filmografía interesante. Suyas son cintas tan recomendables como “Session 9” o “El maquinista” y a parte ha colaborado en un buen número de series como “Boardwalk Empire“, “Fringe” o “Person of interest“. “The call” (La última llamada) es bastante mejor que el otro film de Halle Berry comentado en este incendiario post (“Marea letal“) pero eso no significa que sea buena. El film no inventa nada nuevo y bajo mi punto de vista, el uso del sonido que hace está bastante mal potenciado vistas sus posibilidades. En estos casos en donde gran parte de la acción se narra vía telefónica siempre es mejor sugerir que mostrar y confiar en el espectador. Creo que es mucho más inquietante escuchar/imaginar el horror que no se ve que mostrarlo constantemente. De hecho, la primera mitad de la película tiene elementos que recuerdan a “Buried” pero mientras aquella apostaba por un enfoque arriesgado, el film de Anderson tira por un camino más fácil y menos estimulante hasta llegar a un desenlace que la verdad no quien se lo crea. Es cierto que es una película algo entretenida pero eso no quita que esté horrorosamente desaprovechada y su planteamiento sea tan tópico como desafortunado. Además, Halle Berry ofrece otra actuación de tía estreñida… y van unas cuantas.

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19) EL GRAN GATSBY: Nueva York, años 20. En la alta sociedad norteamericana, llama la atención la presencia de Jay Gatsby, un hombre misterioso e inmensamente rico, al que todos consideran un advenedizo, lo que no impide que acudan a sus fastuosas fiestas en su gran mansión de Long Island. Gatsby vive obsesionado con la idea de recuperar al amor que dejó escapar años atrás. Para ello se hará amigo de su vecino recién llegado, el joven Nick Carraway.

El look digital y el abuso del croma se están cargando la esencia estética de las películas, así de claro. Ya basta de rodar bosques en garajes y palacios en almacenes. Y no me refiero a productos de bajo presupuesto, esos al menos tienen justificación. Más bien señalo a films como la saga “El Hobbit” o “El gran Gatsby“. Baz Luhrmann, fiel a sus excesos, ofrece un mosaico interminable de pura pirotecnia, en una opera trash con unos backgrounds que cantan una barbaridad y unos personajes que dan absoluta vergüenza ajena. Sobre todo, el encarnado por Tobey Maguire, una especie de pagafantas nivel leyenda de dudosa sexualidad (en la novela queda claro de que pie cojea, pero aquí no) cuya existencia parece carecer de sentido sin su eterno compañero Gatsby. Quitando a un socarrón Joel Edgerton, el resto del reparto está verdaderamente bochornoso. DiCaprio ofrece la enésima interpretación de niño rico pero en esta ocasión con un marcado patetismo (algo paradójico tratándose del personaje que interpreta), Tobey Maguire directamente no tiene sentido y Carey Mulligan es un florero andante que combina inexpresividad con inestabilidad. Un videoclip de 143 minutos empalagoso, cursi, lleno de momentos para el olvido, bastante soporífero y que abusa del cgi hasta límites insospechados.

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DECEPCIONES CINE 2013:

20) EL HOMBRE DE ACERO: Desde Krypton, un lejano planeta muy avanzado tecnológicamente, un bebé es enviado en una cápsula a través del espacio a la Tierra para que viva entre los humanos. Educado en una granja en Kansas con los valores de sus padres adoptivos, Martha (Diane Lane) y Jonathan Kent (Kevin Costner), el joven Clark Kent (Henry Cavill) comienza desde niño a desarrollar poderes sobrehumanos, y al llegar a la edad adulta llega a la conclusión de que esos poderes le exigen grandes responsabilidades, para proteger no sólo a los que quiere, sino también para representar una esperanza para el mundo.

Revisión de la figura de Superman (más destroyer que nunca) firmada por Zack Snyder. Digan lo que digan, para un servidor es una de las mayores decepciones del año. Tras una marabunta de extraordinarios teasers y trailers y escuchar la excelente banda sonora de Hans Zimmer, uno iba al cine con un autohype de padre y muy señor mío, pensando que sería otra reformulación con la calidad de la trilogía del hombre murciélago firmada por Nolan. Sin embargo, el producto dista bastante de lo esperado. Lo peor de esta irregular propuesta es: 1) carece de alma y eso es imperdonable en una cinta de estas características, 2) la relación amorosa entre Clark y Lois no hay quien se la crea (el espectador no se identifica lo suficiente como para que le importe) 3) Henry Cavill parece un puto robot soltando frases escuetas, Kevin Costner es el héroe de Smallville gracias a su can y Russell Crowe es la versión 2.0 de Clipo, y 4) El montaje es voluntaria e injustificadamente caótico. Y es que hay que ver lo mal que están insertados los flashbacks. Todo resulta muy forzado, muy encorsetado y, en definitiva, torpe. Miedo me da la segunda parte con Affleck de hombre murciélago, David Goyer en solitario y Zack Snyder sin freno de mano.

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21) TÚ ERES EL SIGUIENTE: La familia Davison es atacada por un grupo de asesinos sádicos durante una escapada familiar. Atrincherados en la casa de vacaciones, hacen frente a los asaltantes. Los asesinos enmascarados no contaban con la presencia de Erin, la novia del hijo mayor de los Davison, cuyo misterioso pasado la ha hecho fuerte y muy difícil de matar.

Tú eres el siguiente” es un film que estaba en boca de todos desde hacía mucho tiempo debido a su exitosa trayectoria festivalera (de hecho, fue rodada en 2011 pero su estreno a nivel mundial en salas comerciales ha tardado la friolera de dos años). Desde luego no es la película bomba que muchos pretenden vender ni el slasher definitivo para las nuevas generaciones. Es de agradecer su generosidad con el ketchup (si hay que machacar cabolos o cortar yugulares, se hace y punto), pero a rasgos generales la película tiene un gran problema bajo mi punto de vista: es tremendamente previsible. Pasada la media hora, cualquier espectador mínimamente hábil se da cuenta de todo el tinglado. Luego tenemos un desafortunadísimo giro de guión que convierte a “Tú eres el siguiente” en un producto que intenta ocultar su falta de factor sorpresa a base de litros de sirope de fresa. Podría haber sido un film muy digno porque tiene escenas bien paridas a nivel de dirección (el momento del ataque a la madre mientras llora sobre la cama o cuando una de las chicas sale corriendo de la casa a cámara lenta) pero haciendo balance se queda en un producto de terror pasable aunque tremendamente desaprovechado y a la postre bastante fallido. Para colmo, hay un puñado de gente que la sobrevalora de una manera bárbara. Lo respeto, pero hay que controlar un poquito el hype.

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22) BLUE VALENTINE: Dean (Ryan Gosling) y Cindy (Michelle Williams) son padres de una maravillosa hija, pero su relación ha pasado por mejores momentos desde que tienen que compaginar las demandas y expectativas del trabajo y la vida familiar. Ante un futuro incierto de la relación, deciden una escapada romántica a un hotel, donde rememoran todos los momentos románticos de un pasado lleno de buenos recuerdos, e intentan recuperar su pasión y amor para así salvar su matrimonio.

El debut de Derek Cianfrance, la estimable aunque sobrevalorada “Blue Valentine” narra la metamorfosis de una relación (entre los personajes de unos magníficos Ryan Gosling y Michelle Williams) desde la crudeza y los recuerdos. Sin embargo, a parte de sus ramalazos de telefilm (que no son pocos), ciertas situaciones resultan muy forzadas para el gusto de un servidor. La inestabilidad de ella y la cabezonería maniática a la vez que cansina de él, chirrían una barbaridad. Es cierto que el film tiene elementos que me gustan como el inteligente uso del color azul (la habitación del futuro paradójicamente es un desesperado viaje al pasado) pero a grandes rasgos me parece una cinta terriblemente hinchada por la crítica que ni mucho menos es para tanto. Lo que nos cuenta lo hemos visto mil veces, con personajes más complejos (y construidos de forma más eficaz) y mucho mejor narrado.

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23) THE PLACE BEYOND THE PINES (CRUCE DE CAMINOS): Un misterioso y mítico piloto de motos, Luke (Ryan Gosling), sale del carnaval ambulante “Globe of Death” y recorre como un relámpago los callejones de Schenectady (Nueva York) – intentando desesperadamente contactar con una antigua amante, Romina (Eva Mendes), que acaba de dar a luz, en secreto, al hijo del motorista. En un intento de mantener a su nueva familia, Luke abandona su vida en el carnaval y comete una serie de atracos de banco aprovechando su increíble habilidad con la moto. Todo se complica cuando en el camino de Luke se cruza un ambicioso oficial de policía, Avery Cross (Bradley Cooper), que busca ascender rápidamente en un departamento policial lleno de corrupción. Este drama demoledor se extiende a lo largo de quince años, durante los cuales los pecados del pasado acaban acechando las vidas de dos adolescentes que se enfrentan al legado que han heredado.

El siguiente film de Cianfrance (también estrenado este año), “The place beyond the pines“, aquí traducido bajo el horroroso título “Cruce de caminos“, es cine coral de altas pretensiones e irregulares resultados. Al menos, en esta ocasión, el cineasta estadounidense hace gala de su incuestionable virtuosismo formal con innumerables planos secuencia (algunos de ellos verdaderamente brillantes como el que introduce al misterioso personaje encarnado por Ryan Gosling o el de la persecución en moto) y una factura exquisita. Podría haber sido una gran película (porque hay cosas que de haber sido pulidas podrían resultar muy interesantes), pero a parte de su excesiva duración, la historia triangular no acaba de cuajar, sobre todo en su mediocre a la par que inverosímil tercer acto.

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Xavi Darko

Hastiado de los klingons y trolls que proliferaban en mi escuela secundaria, acabé mudándome a Tatooine, un lugar libre de trekkies en donde a pesar de los cansinos Tusken, abundaba el buen tiempo, el mercadeo y las carreras de vainas. La paz y la tranquilidad reinaban hasta que un buen día quedaron quebrantadas por la irrupción de un tipo peculiar cuyo perfil se ajustaba al de los tifosi radicales del AC Milan. Se hacía llamar Darth Maul y entre hostia y hostia me rebeló que era mi padre. Como buen desertor sith, decidí migrar a un planeta verde y fértil llamado Endor del cual fui posteriormente desterrado debido al incendio masivo de cabañas de unos cada día más insoportables ewoks. Sin ganas de más mamoneo intergaláctico, decidí volver al mundo real y escribir sobre cine, tanto del que adoro como del que aborrezco. Cuando me jubile espero vivir en Hill Valley y escribir críticas positivas de las cintas de Uwe Boll.

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