Park Chan-Wook, posiblemente uno de los directores coreanos más en forma (y el cual tuve el placer de ver y saludar en sitges hace un par de años), como prometió, vuelve con una historia de vampiros. Lo cierto es que la cosa promete, a sabiendas del talento visual y narrativo de nuestro coreano favorito. Un director capaz de mostrar escenas violentas o crudas sin perder un ápice de su estilizado lirismo y de una poética visual poco visible en el cine actual.
Junto a Park Chan-Wook, repite su actor fetiche y uno de los grandes actores asiáticos (Song Kang-Ho) y vuelve a colaborar con el magnífico director de fotografía Chung-hoon Chung, que ya trabajaron codo a codo en la trilogía de la venganza entre otras.
“Thirst” (Bakjwi), trata sobre Perf Sang-hyun, un sacerdote que pasa parte de su tiempo acompañando a los pacientes de un pequeño hospital de su ciudad. Aunque es respetado por su fe inquebrantable y su dedicación por aquellos que lo rodean, sufre el desconsuelo que le provoca la duda y la desesperación de la vida en un mundo que parece ahogarse en el sufrimiento y la muerte.
Con el claro deseo de salvar vidas, participa en un proyecto para encontrar una vacuna para un virus letal. Esta misión le conducirá a África donde queda infectado de una enfermedad mortal. Sin embargo, se recupera casi milagrosamente. La gente, convencida de sus poderes de curación, comienzan a peregrinar para conocerlo.
Entre los visitantes se encuentra Kangwoo, un amigo de la infancia. Invitado por éste a su casa, Sang-hyun acepta y allí conoce a Tae-ju, la esposa de Kangwoo.
Un experimento fallido convierte a un hombre de fe en un vampiro. ¡Que ganas hay ya de disfrutarla en Sitges 2009 en una velada junto a la presumiblemente muy interesante “[REC]2“!.
Os dejo con el trailer (como de costumbre, bizarrito!):