Tras lo ocurrido en la primera parte de la saga, Rama (Iko Uwais) se ve obligado a reinventarse como policía infiltrado para proteger a su mujer y a su hijo. Mientras trabaja para la fuerza especial anticorrupción, dirigida por la única persona de la que se fía, Bunawar, recibe la orden de convertirse en sicario de un jefe de la mafia local, Bangun. Además de intentar conseguir acercarse al hijo de éste, Uco, Rama deberá buscar información que relacione a Bangun con la corrupción de la policía. Mientras tanto, prepara una peligrosa venganza…