Como viene siendo costumbre, llega febrero y se hacen públicas las nominaciones para los premios de la Academia. Premios que a veces premian la calidad y otras premian la taquilla (añadiendo películas independientes cercanas al telefilm para contentar a cierto sector pro Sundance). Pero si algo caracteriza a los oscars de los últimos años, es su poco afortunada selección de películas, cometiendo graves injustícias.
Es obvio que cualquier premio o puntuación de una obra es tan subjetivo como injusto en cierta manera, pero creo que en los últimos años (salvo con “No es país para viejos“) existe una tendencia a premiar a la que más marketing tenga detrás, o a la que más taquilla amase. Como también encuentro estúpido el hecho de que casi nunca premien películas estrenadas antes del otoño pasado, promoviendo el cine de las majors y apartando otro tipo de cine. Cada vez el listón del cine americano es más bajo, cada vez se cuelan más cintas tramposas y vacuas en las nominaciones y cada vez la Academia pilla más manía a grandes directores (Malick, Mann, Gibson, Shyamalan, etc..). Y cuando aparecen obras de calibre, de cineastas como Scorsese o Michael Mann que dan entidad y prestigio al cine norteamericano, o bien las retrasan condenándolas al ostracismo con estreno en fecha fuera de oscar (caso de “Shutter Island“) o bien las ningunean (caso de “Enemigos públicos“).
Nunca entenderé la manía que le tiene la Academia a Michael Mann. Un cineasta en plena madurez, capaz de hacer films de acción con una sobriedad abrumadora. Y no solo eso, el hecho de que no hayan nominado a “Enemigos públicos” ni tan siquiera a montaje ni a actriz secundaria (maravillosa Marion Cotillard), me parece de juzgado de guardia. Más ausencias destacadas son “Moon” (Sony no la presentó para los oscars, otro “acierto” de la compañía), “Dónde viven los monstruos” de Spike Jonze (inexplicable olvido), “Watchmen“, una cinta de lo más interesante que ni siquiera ha sido nominada a premios técnicos, y quizás la más sangrante: “(500) días juntos“, una comedia romántica inteligente, inusual para los tiempos que corren, y realmente conseguida, que ha sido totalmente ninguneada por la Academia. Otro olvidado ha sido Bruno Coulais y su magnífico score para “Coraline“, una cinta notable que se ha llevado poquitas nominaciones.
Resulta curioso ver qué cintas nomina la Academia y qué cintas ganan finalmente. Si el año pasado tuvimos que sufrir el éxito de “Slumdog millionaire“, más conocida por el menda como “el bodrio hindú de Boyle“, este año todo apunta a que la infumable “Avatar“, cine infantil en 3D que bien podría haber firmado un Lucas en horas bajas, se alzará con unos cuantos oscars, como ya lo hizo con los globos de oro. Sin comentarios.
Tampoco logro entender cómo han sido nominadas cintas telefilmescas como “Precious” (la “Pequeña miss Sunshine” de este año) o la insufrible “The Blind Side” con Sandra Bullock a la cabeza. Pero bueno, de entre las nominadas que haya visto, mis preferencias van con “Up” como film de animación, Haneke y su magnífica “La cinta blanca” y con “Malditos bastardos” de Quentin Tarantino, una película soberbia que, en caso de no ganar, el tiempo la pondrá en su sitio: el de las obras maestras.
Y hablando de tiempo y poner en su sitio,… ¿quién se acuerda de aquella horrible cinta ganadora de cuatro oscars titulada “Una mente maravillosa“?.