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“I saw the devil”, lo nuevo de Kim Jee-Woon

¿Os imagináis un duelo actoral entre Choi Min-Sik (“Oldboy“, “Sympathy for Lady Vengeance“) y Lee Byeong-heon (“A bittersweet life“, “The good the bad and the weird“)?. Pues eso es justamente lo que ofrece la esperadísima última película de Kim Jee Woon, realizador que para un servidor se encuentra dentro de lo mejorcito de la cinematografía surcoreana.

Kyung-chul (Choi Min-Sik) es un peligroso psicópata que disfruta asesinando. La policía (Lee Byeong-heon) ha tratado de arrestarle desde hace mucho tiempo pero ha sido incapaz de ello.

Un día, Joo-yeon, hija de un jefe de policía retirado se convierte en su presa y acaba siendo encontrada muerta en un estado terrorífico. Su prometido, Dae-hoon, un agente secreto decide encontrar y ajusticiar al asesino por si mismo haciendo todo lo necesario para conseguir su sangrienta venganza, aunque eso signifique convertirse también en un monstruo.

A priori y por lo que podemos ver en su primer avance volvemos a encontrarnos temas recurrentes en el cine de Jee-Woon: venganza, violencia y reflexión. Si en “A bittersweet life” (2005) rendía su particular homenaje al polar francés (el noir más exquisito) y en “The good the bad and the weird” (2008) construía una especie de spaguetti western desde su particular concepción de la ficción, todo apunta a que “I saw the devil” puede ser un interesantísimo acercamiento al subgénero del serial killer, quizás tan sobrio (y algo más seco) que la no menos excelente “Memories of murder” (Bong Joon-ho, 2003).

De momento, el teaser trailer pinta cojonudo:

Xavi Darko

Hastiado de los klingons y trolls que proliferaban en mi escuela secundaria, acabé mudándome a Tatooine, un lugar libre de trekkies en donde a pesar de los cansinos Tusken, abundaba el buen tiempo, el mercadeo y las carreras de vainas. La paz y la tranquilidad reinaban hasta que un buen día quedaron quebrantadas por la irrupción de un tipo peculiar cuyo perfil se ajustaba al de los tifosi radicales del AC Milan. Se hacía llamar Darth Maul y entre hostia y hostia me rebeló que era mi padre. Como buen desertor sith, decidí migrar a un planeta verde y fértil llamado Endor del cual fui posteriormente desterrado debido al incendio masivo de cabañas de unos cada día más insoportables ewoks. Sin ganas de más mamoneo intergaláctico, decidí volver al mundo real y escribir sobre cine, tanto del que adoro como del que aborrezco. Cuando me jubile espero vivir en Hill Valley y escribir críticas positivas de las cintas de Uwe Boll.

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