“Simba, me has olvidado. Has olvidado quién eres, por lo tanto me has olvidado. Mira en tu interior hijo, eres más de lo que crees. Debes ocupar tu lugar en el ciclo de la vida.” (Mufasa)
La sabana africana es el escenario en el que tienen lugar las aventuras de Simba, un pequeño león que es el heredero del trono. Sin embargo, al ser injustamente acusado por el malvado Scar de la muerte de su padre, se ve obligado a exiliarse. Durante su destierro, hará buenas amistades e intentará regresar para recuperar lo que legítimamente le corresponde.
Tras acumular dos joyas consecutivas del calibre de “La bella y la bestia” y “Aladdin“, la factoría Disney forjó el clásico maestro por antonomasia que cautivó a pequeños y mayores por igual: “El rey león” (The Lion King, 1994), una especie de adaptación mainstream en formato animado de “Hamlet” de William Shakespeare. De hecho, en el fondo es la misma historia: Un rey, poderoso, valiente y virtuoso, es asesinado por su envidioso hermano. El hijo del rey, tras la aparición del fantasma de su padre, deberá vengar su muerte y castigar al fratricida.
Un relato acerca del autodescubrimiento, la responsabilidad, la importancia del paso del tiempo, la fidelidad a las raíces, el respeto a los ancestros y la eterna batalla entre el bien y el mal. Hay muchas escenas que adoro de este emotivo y fascinante film ubicado en África como la trágica muerte de Mufasa en la estampida de antílopes (una secuencia con un efecto revolucionario para el época en lo que a FX se refiere); el “encuentro” entre padre e hijo en plena noche; esa lluvia purificadora en el tramo final que limpia los restos del período gobernado por el maquiavélico y calculador Scar dando así paso al sol, la fertilidad y la prosperidad de antaño; y sobre todo los cuatro primeros minutos que abren el film de una forma tan exquisita como elegante y que se erigen como uno de los mejores prólogos que ha regalado el cine. La presentación de Simba, -el legítimo heredero del rey Mufasa-, ante toda la fauna africana al ritmo del inolvidable tema “Circle of the life” de Carmen Twillie y Lebo M.
A finales de este mes dentro del proyecto Phenomena, se proyectará “El rey león” junto a “Aladdin” en una sesión doble tanto en Barcelona como en Madrid. La experiencia de revivir esos dos clásicos en pantalla grande doy por seguro que valdrá mucho la pena. Os dejo con el citado prólogo en HD 1080p y VOSE (los subtítulos están basados en la versión castellana, no son una traducción literal de la canción). Excelencia absoluta. Los pelos como escarpias.