En el año 180, el Imperio Romano domina todo el mundo conocido. Tras una gran victoria sobre los bárbaros del norte, el anciano emperador Marco Aurelio (Richard Harris) decide transferir el poder a Máximo (Russell Crowe), bravo general de sus ejércitos y hombre de inquebrantable lealtad al imperio. Pero su hijo Cómodo (Joaquin Phoenix), que aspiraba al trono, no lo acepta y trata de asesinar a Máximo.
Aunque “Gladiator” posea escenas poderosas que forman parte del imaginario colectivo, hay que ver lo mal que aguanta el paso del tiempo. En este revisionado algunas escenas de batalla me han recordado al peor Peter Jackson. Menos mal del elenco interpretativo (todos fantásticos, sobre todo el triángulo protagonista: Crowe, Phoenix y Nielsen) y la majestuosa banda sonora de Hans Zimmer con la inestimable colaboración de Lisa Gerrard del grupo Dead Can Dance. Debo reconocer que el film de Scott nunca me ha acabado de convencer del todo pero sinceramente guardaba un recuerdo más grato de él, además, la pasión del cineasta británico por los montajes extendidos no le hace ningún bien a la película. Las escenas añadidas no sólo no aportan gran cosa sino que dejan claro porque fueron descartadas.
Os dejo con 160 capturas en calidad 1080p (en jpg ampliable a png sin pérdida) del oscarizado film de Ridley Scott. A pesar de tener una dirección muy mejorable, es innegable que estamos ante un espectáculo cinematográfico en toda regla, un blockbuster en formato peplum con algunos planos realmente interesantes y buena factura en general. A nivel de calidad audiovisual, el Blu-Ray cumple de sobras tratándose de un film con 15 años a sus espaldas. Espero que las disfrutéis con dos temazos de la soundtrack de Hans Zimmer de fondo.
Hastiado de los klingons y trolls que proliferaban en mi escuela secundaria, acabé mudándome a Tatooine, un lugar libre de trekkies en donde a pesar de los cansinos Tusken, abundaba el buen tiempo, el mercadeo y las carreras de vainas. La paz y la tranquilidad reinaban hasta que un buen día quedaron quebrantadas por la irrupción de un tipo peculiar cuyo perfil se ajustaba al de los tifosi radicales del AC Milan. Se hacía llamar Darth Maul y entre hostia y hostia me rebeló que era mi padre. Como buen desertor sith, decidí migrar a un planeta verde y fértil llamado Endor del cual fui posteriormente desterrado debido al incendio masivo de cabañas de unos cada día más insoportables ewoks. Sin ganas de más mamoneo intergaláctico, decidí volver al mundo real y escribir sobre cine, tanto del que adoro como del que aborrezco. Cuando me jubile espero vivir en Hill Valley y escribir críticas positivas de las cintas de Uwe Boll.