En la tierra del jamón y el flamenco, donde triunfan misterios del universo tales como el Ola k ase?, hemos inventado un nuevo concepto de edición: ¡Blu-rays con aviso incorporado!. Es cierto que por un lado es un acto de honestidad por parte de las distribuidoras pero no deja de ser curioso que lancen al mercado productos con deficiente calidad o incluso incompletos … a precio de edición especial coleccionista 40 discos. ¡Hay que tener unos huevos muy toreros!.
En una época donde un mileurista es la envidia cochina del barrio y Matroska ha sido declarado patrimonio cultural, no creo que sea de recibo editar “Black Mirror” dos años después de su lanzamiento, en calidad 1080i (Tanto 1080i como 1080p muestran una resolución de 1920×1080 pixeles, lo que ocurre es que el progresivo actualiza todos los puntos de la imagen 60 veces por segundo, mientras que el entrelazado (interlaced) trabaja igual a 60 Hz, pero representa primero las líneas pares y en el siguiente ciclo las impares, es decir, que se reparten los 60Hz, 30 Hz para las pares y otros 30 para las impares) y para colmo comiéndose literalmente el segundo episodio de la miniserie: “15 millones de méritos“.
La distribuidora de la edición, la temible Llamentol, es la responsable de perpretar auténticas ediciones chapuzas tales como los Blu-Ray de “Fort Apache” (imagen decente pero redoblaje chusquero y subtítulos gigantes sólo en castellano y portugués, pero no en inglés, sin posibilidad de que salten automáticamente en las canciones), “Solo ante el peligro” (Buen máster pero una edición con varios inconvenientes: Audio en castellano desincronizado y de nuevo sin subtítulos en inglés), “Por un puñado de dólares” (imagen notable -justamente lo que no tocan-, pero un sonido en castellano enlatado y muy pobre. Está bien que hayan incluido la pista en italiano pero por dios, ¿dónde está el inglés DTS-HD Master Audio 5.1 del Blu-Ray americano?. Parece que en 2013 es ciencia-ficción eso en España, y nos tenemos que conformar con un estéreo, ni siquiera con un dolby digital 5.1 de toda la vida. Evidentemente, ausencia total de extras) o “Río Grande” (otra edición que denota una dejadez patente, con una pista en castellano de una calidad pésima en contraposición con la VO). Al menos dichas ediciones están en calidad 1080p, porque la citada editora es fanática acérrima ha lanzar blu-rays en calidad 1080i (lo mismo que Mediatres en sus inicios). De paso, también decir que podrían cuidar más los diseños de sus carátulas (esto va también por Divisa). Sin ir más lejos, Versus Entertainment editó “Fort Apache” en una edición mil veces más cuidada, con extras de lo más interesante y la carátula usada en USA para su edición en Blu-Ray. MGM en zona 1 editó la trilogía del dólar con un sinfín de contenidos adicionales, audios infinitamente mejores y un diseño con mejor acabado.
En el caso de “Black Mirror” la edición es chapucera como pocas. Imagen una vez más a 1080i, pistas en inglés y castellano en estéreo y ni un solo extra. Es cierto que la edición británica en dvd venía con sonido estéreo y apenas extras (una entrevista y poco más), pero digo yo, para editar una serie en estas condiciones y encima mutilando el capítulo intermedio, ¿realmente merecía la pena?. Sobre el problema con dicho capítulo, en la contraportada reza el siguiente aviso: “Este BD no contiene el capítulo ’15 millones de méritos’, perteneciente también a la primera temporada de ‘Black Mirror’, debido a problemas legales que no permitenla comercialización del mismo para vídeo doméstico en el territorio español“. Ahí lo dejan.
Indagando un poco por la red, he encontrado la respuesta a esa misteriosa nota. La propia Llamentol contestó a los compañeros del blog ¡Vaya tele! con la siguiente justificación: “La productora de la serie solo adquirió los derechos de la música de ABBA para emitir en TV y no en Home video. Dado que el segundo capítulo es un concurso de música con versiones de ABBA, no lo podemos vender en este soporte. Igualmente decirte que en ningún sitio del mundo existe editada ni en DVD ni en BR la serie. A pesar de no poder ofrecer el segundo capítulo hemos considerado que al ser capítulos que las historias empiezan y acaban y con la cantidad de seguidores que tiene era necesario editarla“. Puedo aceptar a medias que como son capítulos independientes, el hecho de no incluir el segundo no altera al resto, pero ¿de dónde sacan que no existe ninguna edición a nivel mundial en dvd o blu-ray de la serie?. Basta con darse un garbeo por tiendas virtuales como Play.com, Amazon (UK, COM, etc..) o Zavvi.es para comprobar que todavía seguimos teniendo la posibilidad de adquirir la serie completa (edición UK) sin problema. Es posible que sean unidades que las tiendas tenían en stock antes de la retirada oficial de la serie, pero ahí están.
¿Tiene sentido editar una obra incompleta, censurada o mutilada?. Desde luego que no. Editarla parcialmente, aunque sea por problemas ajenos, sigue siendo una chapuza les guste o no. Es cierto que la miniserie tiene un buen puñado de seguidores en España pero justamente por eso, por respeto a ellos, no merece la pena lanzar al mercado 2/3 de la primera temporada y menos a 13 euros de PVP. Lo que más bien parece, es que la distribuidora adquirió los derechos pensando en hacer un buen negocio, les salió rana, pero igualmente han decidido editarla a ver si cuela y algún alma cándida cae y lo compra. Muy cutre, la verdad.
No es la primera vez que los derechos musicales traen problemas a la hora de editar series en formato doméstico. “Ally McBeal“, “Matrimonio con hijos” o “House” son algunos ejemplos de producciones que generaron similares dificultades a la hora de lanzarse en dvd ya que debido a un alto uso de temas no oficiales se vieron obligados a cambiarlos. Incluso una serie tan mítica de los 80 como “Aquellos maravillosos años” sigue sin ver la luz en dvd o Blu-Ray por culpa de los dichosos derechos musicales.
Dejamos “Black Mirror” y tratemos el tema de “Ichi the killer“. Antes de nada, decir que, para un servidor, Avalon suele ser sinónimo de ediciones cuidadas y de riesgo a la hora de distribuir (siempre han apostado por un cine minoritario). Es cierto que en el pasado editaron algunas chapucillas para la Filmoteca Fnac (más bien, algunos másters chungos adquiridos, otros eran estupendos) pero de un tiempo hacia aquí, suelen hacer las cosas como Dios manda. Ejemplos de ello son las cuidadísimas ediciones triples de Juanma Bajo Ulloa, el pack de Antoine Doinel o su salto al blu-ray con la ejemplar (y tristemente fracasada) colección HD Inedits.
Sin embargo, el caso de “Ichi the killer” resulta curioso. Es cierto que las ediciones foráneas de la polémica y violenta cinta de Takashi Miike poseen una calidad audiovisual lamentable y el hecho de que la distribuidora ponga una nota (no demasiado visible, todo sea dicho) advirtiendo del deficiente nivel audiovisual que ofrece el film no deje de ser un acto de honestidad, ahora bien, como ocurría con la miniserie editada por Llamentol (Trackmedia), no entiendo las razones de su authoring. ¿Tiene sentido editar una película en HD en estas condiciones?. Evidentemente no. Una vez más tenemos un Blu-Ray a 1080i y en cuanto a los extras, creo que vienen todos los que ya traía la edición de dos discos distribuída por Paramount hace unos cuantos años y que actualmente se encuentra descatalogada. Por el camino se han quedado contenidos que sí traen otras ediciones extranjeras como el audiocomentario del cineasta nipón junto al guinista Hideo Yamamoto y “Eli on Ichi” (el cineasta Eli Roth habla del film, aunque juraría que éste es un extra exclusivo de la edición estadounidense). El precio de la edición (17 euros) me parece otro atraco, pues ¿quién en su sano juicio va a comprar un Blu-Ray en cuya contracarátula se advierte al consumidor de que el contenido no cumple con unos mínimos de calidad?.
En definitiva, editar HD en estas condiciones es cutre e inaceptable. Dichos avisos no justifican ni exculpan. Si el material que poseen no está en una calidad aceptable, editen en formato Dvd que sale más barato para ambas partes. Si no disponen de una serie completa por problemas legales ajenos, directamente no la editen. Lanzar al mercado obras mutiladas debería obligar a cualquier distriduidora a poner un rótulo enorme (no una pequeña advertencia en la contracarátula) del estilo paquete de tabaco -en el celofán, no vayamos a joder la portada claro-, en el que se dijera claramente que NO vas a comprar la obra completa sino parte de ella. Y si nos ponemos a hilar fino, también debería estar penado lanzar al mercado Blu-Rays en calidad 1080i, con el audio desincronizado o con errores de authoring mayúsculos (como poner varias veces la misma película echando a perder los GB del disco y obligando a comprimir más la imagen).