La mafia se siente amenazada cuando unos desconocidos asaltan a los asistentes a una partida de póker. Los capos acuden al investigador Jackie Cogan (Brad Pitt) para encontrar a los culpables, responsables de una serie de robos a casinos protegidos por los propios mafiosos. Sin embargo, la misión de Cogan se complica entre indecisos, estafadores de segunda, asesinos cansados y la situación comienza a degenerar poco a poco.
Para entrar en contexto, nos situamos justo después del atraco a la timba. La primera persona sospechosa es Markie Trattman (Ray Liotta), el cual años antes -cuando era propietario de un local donde se realizaban partidas ilegales-, atracó su propia timba. Evidentemente nadie sospechó de él, pero con el paso del tiempo fue contándolo como si de un chiste se tratase y casi enorgulleciéndose de ello. Todo el mundo le maldijo pero nadie hizo nada. Ahora, tras producirse otro atraco en una timba donde él mismo participaba, inevitablemente todos le inculpan y dudan de su palabra, pero en esta ocasión nada tiene que ver.
Después de propinarle una brutal paliza, Jackie (Brad Pitt) y compañía le harán una visita inesperada. Os dejo con la escena del asesinato Markie Trattman (Ray Liotta) que destaca por una elaborada estilización de la violencia combinada de forma exquisita con el tema musical “Love Letters” de Ketty Lester. Espero que la disfrutéis.