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Escenas: “Balada triste de trompeta” (2010)

Podríamos definir al último film estrenado hasta la fecha de Álex De La Iglesia como inclasificable, delirante, excesivo, violento, tan arriesgado como irregular, pero no por ello menos fascinante, aunque sólo sea por constituir un claro rara avis dentro de la cinematografía patria.

Aunque el guión es ciertamente mejorable (el tramo final resulta un tanto caótico), es innegable que el film es técnicamente formidable (gran trabajo de Kiko De La Rica en la fotografía), muy cuidado en lo que a música y maquillaje se refiere y con unas actuaciones sensacionales de Carlos Areces (inexplicable su ausencia en las nominaciones a los Goya) el cual se deja la piel en el papel, un enérgico Antonio De La Torre y una sensual Carolina Bang los cuales representan metafóricamente la españa dividida y sus bandos.

Quizás la escena más lograda y espectacular de toda la cinta sea -como ya ocurría en “Watchmen“- sus alucinantes títulos de crédito. Unos de los mejores de la historia del cine español, sino los mejores. Tras la presentación de payaso triste (Carlos Areces), payaso tonto (Antonio De La Torre) y la chica por la que ambos suspiran (Carolina Bang), aparecen imágenes que reflejan claramente la oscuridad en la que estuvo inmersa España durante la dictadura franquista, comparando figuras reales con monstruos vistos en la gran pantalla (desde los clásicos de la Universal hasta el Emperador Ming de “Flash Gordon” encarnado por Max Von Sydow, sin olvidar el guiño a “Holocausto caníbal“) y mediante un montaje fotográfico sincronizado (excelente partitura de Roque Baños), se hace un notable repaso de la época tocando temas como el Valle de los Caídos, el encuentro en Hendaya entre Hitler y Franco, Lola Flores, los humoristas Tip y Coll, el turismo, el auge del circo, el atentado a Carrero Blanco en la “Operación Ogro” a cargo de ETA, Rachel Welch y su símil español, Arias Navarro, el cine español con Alfredo Landa a la cabeza y finalmente José Luis López Vázquez en “La cabina” como clara metáfora de la represión a la que los españoles estaban sometidos.

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Xavi Darko

Hastiado de los klingons y trolls que proliferaban en mi escuela secundaria, acabé mudándome a Tatooine, un lugar libre de trekkies en donde a pesar de los cansinos Tusken, abundaba el buen tiempo, el mercadeo y las carreras de vainas. La paz y la tranquilidad reinaban hasta que un buen día quedaron quebrantadas por la irrupción de un tipo peculiar cuyo perfil se ajustaba al de los tifosi radicales del AC Milan. Se hacía llamar Darth Maul y entre hostia y hostia me rebeló que era mi padre. Como buen desertor sith, decidí migrar a un planeta verde y fértil llamado Endor del cual fui posteriormente desterrado debido al incendio masivo de cabañas de unos cada día más insoportables ewoks. Sin ganas de más mamoneo intergaláctico, decidí volver al mundo real y escribir sobre cine, tanto del que adoro como del que aborrezco. Cuando me jubile espero vivir en Hill Valley y escribir críticas positivas de las cintas de Uwe Boll.

3 Comentarios

  1. Me pareció una película muy pasada de vueltas. Eso sí, estoy de acuerdo contigo en la excelencia de los títulos de crédito. En cuanto al apartado técnico, qué menos, con semejante presupuesto. Pero no es eso…

    Saludos!

  2. Es lo único que me gustó de la película. El primer tercio aguanta el tipo, el segundo empieza a perder fuelle y el tecero es, sin más un delirio sin pies ni cabeza, alargado hasta el infinito. Eso sí, De la Torre y Areces se salen del mapa y Roque Baños acredita que es nuestro Danny Elfman. A Carolina Bang me la salto, porque considerarla actriz me parece desconsiderado con los figurantes de “Amar en tiempos revueltos”:buena lo está. Y mucho, pero serlo……

  3. Hola

    El film es exagerado, bruto, violento, políticamente incorrecto sin un guión que apoye la causa, es decir, la cinta arranca notablemente pero como dice taquin, se va diluyendo hasta llegar a un climax final un tanto delirante y caótico (con unos FX de juzgado de guardia), sin orden ni concierto. A pesar de ello, considero a la cinta como un hiperbólico retrato de una venganza, de una lucha encarnizada entre dos tipos que representan dos maneras de pensar. Y además de ser un divertimento friki realmente entretenido.

    Sin embargo, a pesar de mi entusiasmo freak hacia la cinta, no veo razones suficientemente potentes como para que Javier (Carlos Areces) se transforme externa e internamente para conseguir una mujer con la que habrá estado cuatro días. Me parece demasiado irreal y cogido con pinzas. Vale, él cree que se ha cargado a De La Torre, le persigue la poli, acaba viviendo casi como un animal y es tratado como un perro por el coronel Salcedo (Sancho Gracia) pero de ahí a plancharse la cara y llevar esos atuendos por la calle…. xD

    Eso si, el maquillaje está muy conseguido, la cara de Areces mientras aplasta a su primera víctima con una plancha, es acojonante. Y las actuaciones son sobresalientes salvo Carolina Bang (en el escrito la he citado como sensual). Tarquin, todos sabemos porque está Carolina Bang en la peli, y no es por su talento interpretativo ni por su horrible voz, aunque eso sí, tiene una mirada de cine y es elegante. Nunca entenderé como es posible que Bang estuviera nominada al goya y Areces no…

    Lo mejor, los títulos de crédito 🙂

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