Un desastroso virus se me expande por Corea del Sur, provocando importantes altercados. Los pasajeros de uno de los trenes KTX que viaja de Seúl a Busan tendrán que luchar por su supervivencia contra esos alocados y frenéticos infectados. Está claro que el género zombie no pasa por su mejor momento. Mucho producto mediocre y poca renovación de género. Por suerte nuestros amigos coreanos han conseguido firmar una cinta que juega muy bien sus cartas y posee una realización de altura y un montaje frenético. Sin embargo no nos dejemos llevar por el hype ya que la película Yeon Sang-ho no es ni mucho menos redonda y deja un cierto sabor agridulce una vez la terminas.
Os dejo con 52 capturas 1080p de “Train to Busan” que dejan constancia de la estupenda calidad de imagen, sólo empañado por una ligera neblina soft en ciertas escenas CGI, pero es algo ya presente desde la postproducción en muchas películas (incluso a veces se debe al hecho de que estén renderizadas en una resolución más baja, normalmente 2K), no es ningún problema del máster lógicamente. Será lanzada en un lujoso steelbook junto a la precuela animada “Seoul Station“. La edición corre a cargo de A Contracorriente Films, por tanto, damos por hecho que la calidad del producto final será excelente.
Hastiado de los klingons y trolls que proliferaban en mi escuela secundaria, acabé mudándome a Tatooine, un lugar libre de trekkies en donde a pesar de los cansinos Tusken, abundaba el buen tiempo, el mercadeo y las carreras de vainas. La paz y la tranquilidad reinaban hasta que un buen día quedaron quebrantadas por la irrupción de un tipo peculiar cuyo perfil se ajustaba al de los tifosi radicales del AC Milan. Se hacía llamar Darth Maul y entre hostia y hostia me rebeló que era mi padre. Como buen desertor sith, decidí migrar a un planeta verde y fértil llamado Endor del cual fui posteriormente desterrado debido al incendio masivo de cabañas de unos cada día más insoportables ewoks. Sin ganas de más mamoneo intergaláctico, decidí volver al mundo real y escribir sobre cine, tanto del que adoro como del que aborrezco. Cuando me jubile espero vivir en Hill Valley y escribir críticas positivas de las cintas de Uwe Boll.