Mucho tiempo antes de la aparición del hombre en la tierra, vivió una raza pacífica de dinosaurios vegetarianos llamados los “comedores de hojas”. Cuando fueron obligados a trasladarse a los nuevos pastos, los terribles “dientes afilados”, una raza de dinosaurios carnívoros, los atacaron. Únicamente les quedaba un lugar en el que sentirse protegidos y mantener a salvo a la raza: el Gran Valle, donde la comida es abundante y donde los dinosaurios pueden prosperar y vivir en paz.
Aquí es donde comienza la historia de Piecitos…