Bradley es un ex-boxeador con un matrimonio a punto de romperse que pierde su empleo como mecánico de coches. Debido a esta sensación pesimista, acaba decidiendo que su mejor opción es trabajar para un viejo amigo como traficante de drogas. Esta decisión mejorará su vida hasta que se ve envuelto en un tiroteo entre la policía y sus aliados; situación que le acaba llevando a la cárcel.
Si hay dos films que debieron arrasar en Sitges 2017 y salieron poco premiados (para mi gusto) fueron “A ghost story” y “Brawl in cell block 99“.