Sly en estos dos últimos años ha conseguido demostrarnos que se puede rescatar dos sagas ochenteras de forma bastante óptima y decente (y eso que cuando anunció su intención de llevar a la pantalla una sexta parte de rocky y una cuarta de Rambo, nadie daba un duro por él).
En en el caso de Rambo, ha dado rienda suelta a toda su brutalidad, y el resultado es un divertimento absoluto, con una duración perfecta para un producto de estas características y que cumple con las expectativas. Una de las mejores y más bestias de la saga, apoyada por un montaje de lo más majo y con una dirección del propio Stallone mucho más currada de lo que pueda aparentar.
Os dejo con una de las escenas más brutales de este año. ¡Cuidado que salpica!
