Después de buscar fortuna durante cinco años, Westley (Cary Elwes) retorna a su tierra para casarse con su amada, la bella Buttercup (Robin Wright Penn), a la que había jurado amor eterno. Sin embargo, para recuperarla habrá de enfrentarse a Vizzini (Wallace Shawn) y sus esbirros. Una vez derrotados éstos, tendrá que superar el peor de los obstáculos: el príncipe Humperdinck (Chris Sarandon) pretende desposar a la desdichada Buttercup, pese a que ella no lo ama, ya que sigue enamorada de Westley.
AVISO: Tanto en la escena como en resto del texto hay SPOILERS sobre la trama. Si no habéis visto el film quedáis advertidos.
“La princesa prometida” es sin duda una de las grandes películas de aventuras de la década de los 80 repleta de personajes carismáticos, localizaciones fascinantes (aunque hay algunas de cartón piedra, poseen un innegable encanto añejo), un romance bien tejido, una narración con sabor a cuento clásico, una banda sonora estupenda a cargo de Mark Knopfler y un puñado de escenas para el recuerdo. Una de ellas es claramente la del mítico duelo entre Íñigo Montoya y el conde Tyrone Rugen, más conocido como el hombre de los seis dedos. El asesino de su padre que tanto ansiaba encontrar. La catarsis vengativa arranca marcando con las espalda las mejillas (tal y como le hicieron a él) y finaliza a través de una quirúrjica ejecución. Espero que disfrutéis de esta inolvidable escena (en HD y VOSE).